Fiestas de la Candelera (2 febrer)
La Candelera, Fiesta mayor de l’Ametlla de Mar Como en otros sitios de Cataluña, l’Ametlla de Mar celebra el 2 de febrero la Fiesta Mayor de la Candelera, y como en todas las celebraciones similares, la motivación principal es la devoción religiosa hacia la Patrona, la Mare de Déu de la Candelera. Aunque en la actualidad se ha reducido el sentido religioso de la fiesta, sí que en l’Ametlla de Mar se guarda una especial devoción hacia la patrona, la cual da sentido a la Procesión que en su honor se celebra la tarde del 2 de febrero, donde los caleros le rinden homenaje por las principales calles del pueblo, con un cirio (atxa) encendido en la mano. La solemnidad de la procesión, la cual tiene su punto álgido cuando ésta llega al puerto, recibe tradicionalmente la presencia de muchos visitantes y curiosos venidos de las comarcas próximas y de otros puntos de Cataluña. Las tradiciones evolucionan pero el sentido es el mismo. Esto es lo que ha pasado con los mozos y mozas encargados de llevar la Candelera durante la Procesión; hasta los años 80, la responsabilidad estaba limitada a los chicos que habían cumplido el servicio militar durante el año. Actualmente está repartida entre los “quintos”, chicos y chicas que durante el año cumplen los 18 años, y que aparte de llevar la Mare de Déu se convierten, junto con las “pubillas”, en protagonistas de la fiesta. Pero la tradición de La Candelera no se limita al sentimiento religioso, sino que se despliega en cualquier de los campos de la sociedad calera, siendo la gastronomía, una de las partes más destacadas, básicamente con los dulces más autóctonos, los “pastissets” y los “corassons”, acompañamiento de cualquier mesa bien parada. La cultura popular se ve representada a lo largo de los días de fiesta con la música de Charangas y la presencia estimadísima de los Nanos, algunos convertidos en verdaderos personajes del imaginario popular. Gigantes vinculados a la historia como Sant Jordi y el Drac, junto con Pere y La Candelera, pareja de gigantes con el nombre de los patrones locales, encabezan los pasacalles, aunque la que más luce es la de la Ofrenda floral a la Patrona, el mismo 2 de febrero. El día de la Mujer, donde las mujeres tienen el simbólico privilegio de gobernar la población, y el día de la Gente mayor (gent gran), en el que los jubilados comparten una comida de hermandad, son otras de las tradiciones que habiéndose iniciado en los últimos 30 años, han arraigado con fuerza entre los “caleros y caleras”. Verbenas musicales, aperitivos populares, actividades deportivas y exposiciones confluyen durante los días de fiesta en los que las tardes mantienen viva una de las tradiciones más antiguas de la fiesta, el Baile en la plaza y el sorteo de la última coca. En cambio hay otras que se han perdido, aunque se han recuperado ocasionalmente como el Baile de la Candela, baile reflejado por Joan Amades en el Costumari Català, que protagonizan los solteros y las solteras al salir de la iglesia en la Plaza, el día de la Fiesta Mayor, que finalizaba encendiendo con cirios las faldas de la “majorala”.