Consejos para disfrutar de un verano seguro

Consejos para disfrutar de un verano seguro

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Consejos para disfrutar de un verano seguro

El verano es una época para disfrutar de las vacaciones y las actividades al aire libre pero para hacerlo de forma segura debemos seguir estos consejos:

  • Con el aumento de la temperatura debemos ir hidratándonos a menudo todos, pero en especial debemos ir recordando a los niños y las personas mayores que lo hagan. Muchas veces la gente de avanzada edad no tiene sensación de sed hasta que no están deshidratados. Agua y zumos naturales son las mejores opciones. También comer fruta fresca y ensaladas ayudan a mantener un buen nivel de hidratación.

  • Se deben evitar las actividades físicas las horas centrales del día y utilizar protección solar diaria.

  • Evite todo lo posible trabajar al sol y si se tiene que hacer, póngase gorras, protección solar y beba mucha agua. Los golpes de calor son mortales en muchas ocasiones. Si es posible pacte con la empresa un inicio de jornada más bien y evite así las horas centrales del día.

  • No pierda nunca de vista a los niños siempre que esté en la playa o en una casa con piscina, aún más si ésta no está vallada. Un segundo es suficiente para que ocurra una desgracia, aunque lleven flotadores. Un bebé se puede ahogar en un palmo de agua, ¡no se fíe!

  • No salte desde arriba del roquer al agua, muchas veces parece que es seguro y la vista engaña. Una vez contra la arena del fondo o contra una roca puede dejar a la víctima parapléjica de por vida. ¡No vale la pena jugársela!

  • Si camina por el GR o por el roquero de las playas, no lo haga con chancletas. Se debe ir bien calzado y con el pie sujeto.

  • Para evitar la hidrocución o mal llamado “corte de digestión”, debemos entrar en el agua poco a poco e ir aclimatándonos a la temperatura más fría del agua. No depende de la digestión como se ha dicho siempre a nivel popular, sino del fuerte contraste de temperatura que se produce después de realizar actividad física intensa o estar al sol y entrar en el agua que está más fría que nuestra temperatura corporal. Esto produce un síncope que nos hace perder la conciencia dentro del agua y la muerte se produce por ahogamiento.

Fuente: Maria José Castellano, enfermera del SUM de l'Ametlla de Mar.